lunes, 11 de abril de 2011

Credit Defaut Swaps

Los CDS son unas herramientas modernas de Wall street, y forman un “contrato bilateral entre un comprador y un vendedor de protección”. 
Este contrato consiste en el compromiso que hace el comprador de realizar una serie de pagos en el tiempo y el vendedor se compromete a cubrir parte o todo el crédito asegurado en el caso de que este no se cancelase.
Tras el comienzo de la crisis subprime, se dieron a conocer. Los CDS son usados para el aseguramiento de grandes corporaciones, en el aseguramiento de los bonos de deuda soberana o en el aseguramiento de paquetes de referencia crediticia.
Los CDS pueden ser a 1 año, 2, 3, 5 o a 10 años, también se pueden ser de plazos más cortos. El monto mínimo de los CDS es de 10 millones de dólares.
Con esto, parece que se parecen a los seguros, pero hay grandes diferencias. En los seguros lo asegurado tiene forma tangible, como una casa. Lo único tangible de los CDS es el papel. Se puede comparar los CDS con las apuestas de los hipódromos ya que aquí el especulador no es dueño del caballo ni del jinete, solo del boleto. Los roles de comprador y vendedor se pueden intercambiar. De esta manera, se produce una “clonación de aseguramientos”. Aquí no hay nada tangible,, solo papeles. 
Los CDS se han comparado con los seguros porque el comprador paga una prima y obtiene a cambio una cuantía de dinero si se produce un evento de impago especificado. Pero, existen grandes diferencias. En los CDS, el vendedor no requiere ninguna forma de regulación, tampoco está obligado a mantener ninguna reserva para pagar a los compradores. Otra diferencia, es que en los seguros existen indemnizaciones por las “pérdidas efectivamente producidas por el titular de la póliza”, y en los CDS se establece un pago similar a los titulares, sin que exista ninguna pérdida real para estos.
Todas estas facetas de los CDS permiten a los inversores asegurar el riesgo de sus inversiones. También les permiten especular sobre la calidad crediticia del paquete de títulos. En otras palabras, por un lado compran paquetes de inversiones, obligaciones de deuda colateralizada o paquetes de deuda soberana, y por otro lado obtienen los seguros CDS por si su operación falla. Así paso con las hipotecas subprime, como las de Fannie Mae y Freddie Mac, en las cuales, los grandes bancos a la vez que compraban paquetes de valores con respaldo hipotecario u obligaciones de deuda colateralizada, los aseguraban con CDS. De esta forma se gana si o si, si te sale bien el negocio pues bien, pero si te sale mal, tienes los CDS para no perder dinero. Los CDS existen desde 1990 pero se han dado a conocer en 2008 por la crisis de las hipotecas “basura”.
Otra parte de las inversiones se hace con los bonos de deuda de los países. El comprador adquiere bonos de deuda por los que puede recibir el 0,5% de interés anual, y además los asegura mediante los CDS, por si el país cae en impago de deuda. En las operaciones en las que se usan CDS, el inversor siempre gana, ya que está doblemente asegurado. Por esto, se eleva el coste del seguro de impago al presionar al alza esta forma de crédito. Por esta razón, una gran parte de las subidas de la tasa de interés de los rendimientos de deuda soberana, son producto de la especulación que ejercen los especuladores al obtener los CDS. Esta presión para asegurarse del riesgo de impago, presiona al alza el coste de la colocación de deuda pública.
En los últimos meses hemos estado oyendo en las noticias eso, que cada vez le cuesta más al estado la colocación de deuda pública.
Los CDS se crearon en 1990 como consecuencia del derrame del Exxon Valdez en 1999. Se crearon como aseguramiento para las grandes empresas petroleras. Se convirtieron en el más popular de los instrumentos en el mercado de derivados, gracias a la inexistencia de regulación y a su fácil uso. Pero, aproximadamente, durante los primeros 10 años permanecieron casi desconocidos, y su volumen de operaciones no alcanzaba los 200.000 dólares al año. El auge de los CDS tuvo lugar en el año 2003. Y en el año 2007 alcanzo la suma de 45.500.000.000.000 dólares (US$45,5 billones, casi todo el PIB mundial).En el año 2008, los CDS alcanzaron su nivel máximo: 65 billones de dólares, 1,35 veces la producción económica mundial.
El mercado de los CDS ha pasado a llamarse el mercado de las sombras. Son culpables de la desaceleración económica mundial. Son diferentes a los métodos tradicionales de cobertura de riesgos ya que precipitan y aceleran el proceso de riesgo. El mayor problema que presentan los CDS es el tamaño que han adquirido, que representa un gran riesgo sistemático para el mundo.
Debido a su falta de regulación, las autoridades han empezado a exigirla. Y se ha reformado el sistema. Los grandes beneficiados de esta crisis han sido los que la han provocado.

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